CAPITULO 8.- INTRODUCCION
LOS MAESTROS DEBEN PLANEAR LA LECCIÓN.-


Una cosa que vale la pena merece que se le planee cuidadosamente. Por eso, tratándose de algo tan importante y complejo como es el enseñar en la escuela dominical, debiera emprenderse sólo después de haberlo estudiado cuidadosamente bajo todos sus aspectos. Pero lejos de hacer eso, es frecuente que los maestros se dispongan a enseñar a una clase cuando es evidente que no han hecho ningún plan para realizar esa tarea. De ahí que los resultados sean muy desalentadores y positivamente dañosos. Por eso es necesario hacer previamente un plan, aun cuando haya que modificarlo llegado el momento de ponerlo en ejecución. En efecto, el maestro debe tener muy en cuenta tales circunstancias cuando haga el plan de la lección.

Hasta ahora, los importantes y variados elementos que forman parte del proceso de enseñar y aprender se han considerado aisladamente. Sin embargo, el éxito del maestro depende de que se hagan planes referentes al empleo de esos elementos en cada período de clase a fin de utilizarlos en relación los unos con los otros. Las verdades que hay que enseñar, según se ha indicado en los objetivos, la naturaleza y el interés del alumno, las actividades que han de realizarse, la materia que debe enseñarse, el método que es preciso seguir, los medios de comprobar o apreciar los resultados de la enseñanza hay que estudiarlos y disponerlos de antemano, así como el plan de la acción que ha de seguirse.

No es posible ni deseable exponer detalladamente en esta obrita un plan para que lo siga el maestro en todos su s detalles. Sin embargo, se harán algunas sugestiones generales para que les sirvan de guía a los maestros cuando hagan sus planes de trabajo.