CAPITULO 6.-
G.- HAY QUE SOSTENER EL INTERÉS.-

Es frecuente en los maestros imaginarse que no les será difícil despertar en sus alumnos activo interés por lo que se va a tratar en la lección no bien se haya reunido en clase el domingo por la mañana, sin embargo, no es tan fácil despertar con rapidez un interés suficientemente intenso por el contenido de la lección que los induzca a su estudio, tampoco lo es el abandonar ese interés luego que se ha despertado en uno. Por eso mismo, conviene que tanto el propósito como el interés continúan sin interrupción durante la semana.

Muchos de los auxilios para la preparación de la lección prevén la necesidad de tal continuidad, aunque a veces los esquemas de la lección cambien bruscamente de un domingo a otro. La dificultad en este punto no es tan grande al enseñar a los adultos como lo es al enseñar a los niños. De ahí que debiera adoptarse un curso ininterrumpido de lecciones que poseyeran interés para el grupo. Si eso no fuere factible, el maestro debe esforzarse por hacer ampliaciones y adaptaciones, según se lo aconseje la necesidad, para el logro del apetecido hilo de interés.