CAPITULO 6
D.- HAY QUE DESPERTAR ACTITUDES MENTALES.-


Gran parte de la enseñanza impartida en la escuela dominical no envuelve la solución de problemas, a causa de la dificultad de mantener la continuidad del interés y de la acción, dado que el maestro y los alumnos sólo disponen de treinta o cuarenta minutos para solucionar sus problemas. De ahí que debido a ese limitado espacio de tiempo de que dispone, el maestro necesita apelar a otro recursos para despertar el interés en sus alumnos por las verdades bíblicas que desee enseñar, tales como el uso de historietas, cuadros, cantos, etc.

Como preparación para recibir tales enseñanzas, ha de esforzarse por despertar en todos los componentes de la clase una actitud mental como: la expectativa, la curiosidad, el retozo, por ejemplo una serie de pensamientos que contengas buenas sugestiones para introducir el asunto que haya de estudiarse. Estas actitudes tienen por base el interés el alumno.

Ya se ha dicho que el maestro debe conocer a sus alumnos. Ahora hay que añadir que debe estar al corriente de todo aquello que encierre interés para ellos, de ahí que si es un maestro prudente, ha de procurar averiguar qué cosas les interesan. También ha de tratar de descubrir aquello que encierre inmediato interés para cada uno.

Ya se ha dicho que el maestro debe conocer a sus alumnos. Ahora hay que añadir que debe estar al corriente de todo aquello que encierre interés par ellos, de ahí que si esun maestro prudente, ha de procurar averiguar qué cosas les interesan. También ha de tratar de descubrir aquello que encierre inmediato interés para cada uno.

Mucho se puede aprender tocante a aquello que tiene interés común para un grupo de alumnos de cierta edad, leyendo libros escritos par ellos, pues los autores de esas obras se han tomado mucho trabajo en observar y consignar por escrito cuales son las cosas que más interesan a las diversas edades de alumnos.

La lista de las cosas que pueden interesar a los alumnos debe estudiarse suplementarse mediante cuidadosa observación. Tal observación nos revelará que hay muchachos de cierta edad que por lo regular se interesan en “hacer ciertas cosas” y que otro grupo de interés por los deportes y por las proezas físicas. Una vez que el maestro haya conocido toda esta variedad de predilecciones debe utilizarlas a manera de guía para planear las actividades de sus discípulos.